¿Qué es mejor la sublimación o la serigrafía?

Para poder saber si es mejor la sublimación o la serigrafía, lo primero que tenemos que hacer es conocer las diferencias entre cada uno de ellos. Y para eso estamos aquí. De la mano de nuestros expertos te vamos a mostrar que es cada una de las dos cosas y sus diferencias. De esa manera podrás saber qué opción se adapta mejor a tus proyectos. Y que no hay una cosa mejor que otra, realmente cada proyecto se adapta mejor a una cosa o la otra.
Hasta ahora, la impresión en telas era muy popular, pero tras la pandemia ha vuelto con más fuerza y cada vez hay más demanda de ese tipo de impresión. Cuando hablamos de tela, realmente hablamos de impresión sobre cualquier tipo de textil. Puede ser un jersey, camiseta, pantalón, mantel, sombrilla… Lo importante es tener claro que se puede imprimir sobre todo tipo de telas y los resultados siempre son óptimos. Pero para conseguir esa optimización es fundamental que se use siempre tela de buena calidad y la técnica adecuada.
¿Qué es la serigrafía?
Como nos informan los expertos de Serigrafiaslibra.com, la serigrafía consiste en dibujar una imagen y una vez realizado el dibujo se usa una forma de impresión en malla. Normalmente esa malla se suele fabricar en nylon. Cuando se ha conseguido la plantilla hay que realizar el segundo paso. Montar esa plantilla en un marco de madera o metal.
Ahora es el momento de poner la pintura que se exprime a través de las secciones que no han sido rellenadas. Para que el trabajo sea óptimo, siempre se suele usar una escobilla especial que permite distribuir correctamente la pintura sobre la tela. La ventaja de usar esta técnica es que nos permite conseguir trabajos de muy buena calidad y sobre todo duraderos.
Hay que dejar claro que la serigrafía se puede hacer a nivel manual si el trabajo es pequeño. Pero también se puede usar con máquinas de impresión planta. Esa opción se suele usar cuando hay una gran carga de trabajo y esa producción no se puede sacar adelante con el método manual.
Para obtener un buen resultado sobre el trabajo de serigrafía es fundamental usar un secador. El objetivo de usar esa herramienta es la de conseguir que la impresión se seque correctamente y en consecuencia no se muevan los colores y el trabajo pierda la profesionalidad que se busca. Recuerda, el secado siempre tiene que realizarse después de aplicar cada una de las tintas. Si no se realiza un secado adecuado se producirá una mezcla de las tintas y eso no nos interesa para nada. Sin olvidar que con el secado lo que se consigue es conseguir un trabajo plano y más profesional. Para obtener mejores resultados, las empresas profesionales siempre usan secadores inmediatos. De esa manera se consigue que el color quede plano y se seque la tinta con rapidez. Es la mejor manera de conseguir que el trabajo consiga un resultado profesional sin apenas esfuerzo.
¿Qué es la sublimación?
A través de la técnica de la sublimación lo que vamos a conseguir es pasar una imagen desde un papel especial a una tela con la ayuda de una prensa que se encuentra a elevadas temperaturas. Para poder obtener buenos resultados es fundamental usar tintas especiales y al poder ser una tela sintética. De esa manera se consigue pasar la tinta a un estado gaseoso y la transferencia a la tela es mucho más sencilla.
Si analizamos la calidad de la impresión, se puede decir que es buena, aunque los expertos suelen preferir la serigrafía porque los resultados suelen ser mejores. Con esta técnica lo que conseguimos es un resultado brillante y un dibujo que dura en el tiempo. Incluso si se lava, si la impresión ha sido buena, no se debería desgastar con facilidad. Una buena opción si se busca durabilidad.
Como nos comentan los expertos, la técnica de la sublimación se suele usar principalmente a la hora de hacer impresiones publicitarias o impresiones de pocas unidades. De esa manera se suele conseguir una imagen estable que suele gustar bastante.
¿Qué técnica elegir?
Ahora que ya conocemos en qué consiste la técnica de la serigrafía y la sublimación, es el momento de intentar ver cual es la mejor opción. La respuesta fácil es, depende del trabajo que se quiera realizar. Y es que cada uno de ellos tiene sus pros y sus contras.
Para poder realizar un trabajo de calidad, en la serigrafía es necesario contar con una máquina especial. Mientras que para poner en práctica la sublimación es necesario usar planchas de calor y papel de transferencia de calidad.
A la hora de hablar de limitaciones, podemos ver como la sublimación tiene bastantes limitaciones. En este caso solo se puede trabajar con telas sintéticas que tengan una alta concentración de fibra sintética. Es un tipo de tela que no todos los clientes quieren, de aquí que comentemos que es un tipo de técnica limitada. En contra, la serigrafía se puede usar en cualquier tipo de tela. Si quieres trabajar sobre una prenda de algodón, lo cual suele ser muy común, la serigrafía es la opción por la que debes optar.
Cuando empezamos a trabajar, nos damos cuenta de que a través de la serigrafía lo que hacemos es traspasar la tinta líquida creando un diseño. En cambio, con la sublimación lo que se hace es transferir la tinta sólida a vapor para posteriormente crear el sellado de la tela que se está trabajando. Por ese motivo, si la tela no tiene una alta concentración de fibra sintética no acepta la tinta y en consecuencia los resultados no son los esperados.
Lo que está claro es que, si se quiere conseguir una gran producción, lo más recomendable es optar por el método de la serigrafía. Es el método que mejores resultados está ofreciendo. Como nos indican nuestros expertos, si se opta por la serigrafía, cuanto mayor sea el número de impresiones, más barata sale la unidad. En cambio, el método de la sublimación se recomienda como mucho para trabajos pequeños. Eso se debe a que la técnica es costosa y se tarda más en elaborar.
Siempre debemos tener claro que ambos métodos son versátiles. Es decir, cada persona o empresa tiene que evaluar los pros y contras de cada una de las opciones para ver cuál es la mejor opción. Aunque si se acude a una empresa profesional, lo más común es que se recomiende la mejor opción al cliente. De esa manera podemos concluir que cada proyecto debe usar su método adecuado para obtener un buen resultado y evitar que el coste se pueda disparar.