¿Cómo secar higos? Guía para disfrutar de este delicioso alimento

Eva
Eva

El higo es una fruta que se consume desde el antiguo Egipto y Grecia, siendo muy apreciado por su sabor único y sus propiedades nutricionales. Generalmente, se suele consumir seco, ya que la fruta fresca se descompone muy rápidamente, además de que el secado potencia los sabores y contenido de azúcar.

Los higos cosechados deben pasar por un proceso de secado, con la finalidad de poder conservarlos por más tiempo. Luego se deben guardar en condiciones frescas y con baja humedad, para disfrutarlos hasta por 1 año después de la cosecha.

Al incorporar los higos secos a tu dieta, obtienes una importante cantidad de fibra, hierro y potasio, además de vitaminas. Aprenda las distintas formas de secarlos, conservarlos y prepararlos en deliciosas recetas.

Higos secos: propiedades y beneficios

Al comparar los higos frescos y secos, encontramos algunas diferencias nutricionales, debido principalmente al mayor contenido de agua en la fruta fresca. Un higo fresco está compuesto en un 70 a 80% de agua, mientras que el seco mantiene apenas un 30%.

Los higos secos tienen un alto contenido nutricional y calórico, aportando 100 grs aproximadamente 250 calorías.

Los higos secos contienen unos 55 mg de azúcares/100 gramos, aportando un 17% de los carbohidratos diarios que requieres. Entre algunos de los beneficios que trae incluir esta fruta en tu dieta, destacan los siguientes:

Tienen un alto contenido de fibra

Se estima que al consumir unos 100 gramos de higos secos, obtienes casi 13 gramos de fibras, lo cual representa el 43% de tus necesidades diarias. Mucha de esta fibra es soluble, contribuyendo al buen funcionamiento de tu sistema digestivo.

Esta fruta es muy conveniente para personas con problemas de estreñimiento, ya que ayuda a mejorar el tránsito en tus intestinos. Asimismo, ayuda a reducir los riesgos de contraer diabetes, aunque su consumo excesivo puede llegar a tener efectos laxantes.

Importante aporte de vitaminas y minerales

Los higos secos contienen una buena cantidad de vitaminas del complejo B (entre un 6 al 10% de los requerimientos diarios) y contenidos medios de vitamina A y C. Brindan un 16% de las necesidades de calcio y aproximadamente un 12% del fósforo que necesitas en un día.

El principal aporte nutricional de los higos secos, es el contenido de hierro y el potasio, siendo un excelente alimento para mantener un buen nivel de estos elementos. Cuando consumes 100 gramos de higos secos, obtienes un 41% del hierro que necesitas y hasta un 42% del potasio, por lo que conviene empezar a integrarlos a tu dieta.

Efecto saciante y regulación de la presión arterial

Los higos pueden ser incorporados en pequeñas cantidades a las dietas para adelgazar, ya que la alta cantidad de fibra soluble que contienen, ayudan a sentirse saciado. Además, su contenido de azúcares es relativamente moderado, con un sabor muy dulce, contribuyendo a reducir la necesidad de consumir alimentos más calóricos.

Por otra parte, se ha visto que las personas que tienden a sufrir de presión arterial alta, se ven beneficiadas al consumir higos secos. Esto ocurre por la alta cantidad de potasio, magnesio y calcio, electrolitos que intervienen en controlar la presión arterial, reduciendo los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo secar higos paso a paso?

La higuera es una planta que puede producir una (unífera) o dos (bífera) cosechas al año, siendo la primera entre agosto y septiembre. En esta época se producen los higos, un fruto de piel gruesa, alto contenido de azúcar y un bajo contenido de agua.

Si la planta es bífera, a finales de octubre ocurre una floración que queda hibernando y desarrolla la infrutescencia en la primavera. Estas son las conocidas brevas, que suelen ser más grandes, de piel más delgada y con mayor cantidad de agua que los higos.

Si quieres preparar higos secos, debes usar la cosecha de verano, ya que son los que responden mejor al proceso de secado. Ya sea que tienes una higuera en casa o los compras en el mercado, selecciona los higos de mejor aspecto y bien formados.

El secado se puede hacer de manera tradicional (al sol) o llevando los higos al horno, lo cual se debe hacer con cuidado para que no se cocinen. Si quieres seguir el secado tradicional, estos son los pasos a seguir:

  • Debes tener un espacio bien ventilado y con buena exposición solar, garantizando que tengas al menos 3 días de sol.
  • Limpia muy bien los higos que vas a secar y córtalos por la mitad.
  • Coloca los higos cortados en una rejilla o cesta, donde el aire pueda circular tanto por la parte superior como por debajo de los mismos.
  • Tapa los frutos con una tela porosa (tipo mosquitera), para evitar que mosquitos o moscas se posen sobre estos.
  • Cada día voltea los frutos para que se sequen adecuadamente por ambos lados.
  • El proceso puede llevar unos 3 días si las temperaturas son altas. En caso contrario, se pueden requerir de 4 a 5 días para que los higos se deshidraten adecuadamente.
  • Para garantizar que se mantengan por buen estado por más tiempo, aplica más calor por un tiempo breve.
  • Coloca una olla grande con agua en el fuego hasta que hierva e introduce los higos secos por 20 a 30 segundos.
  • Ubícalos sobre una tela o papel absorbente para eliminar cualquier residuo de agua.
  • Deja secar de manera natural por varias horas hasta que estén totalmente secos. Ya quedan listos para conservarlos durante todo el año.

En caso de que no cuentes con un lugar con buena exposición al sol para colocar los higos, se pueden secar al horno:

  • Lava muy bien los higos para eliminar cualquier suciedad, córtalos a la mitad y déjalos secar a temperatura ambiente toda la noche.
  • Precalienta el horno a unos 80° C y luego regula la temperatura entre 50 a 40° C.
  • Coloca los higos en una bandeja apta para el horno, dejando suficiente espacio entre ellos.
  • Introduce al horno por unas 2 horas, luego da vuelta a los higos y déjalos por 2 horas más.
  • Saca del horno y deja enfriar a temperatura ambiente por toda la noche.
  • Los higos deben estar totalmente secos para conservar y usar en diferentes recetas.

¿Cómo conservar higos secos?

Cuando has hecho un buen secado de los higos, estos se conservan hasta por 1 año, siempre que los coloques en un ambiente adecuado. Lo más importante es evitar la humedad, ya que esto favorece que se desarrollen hongos, los cuales van a dañar los frutos.

  • Utiliza envases de vidrio que tengan tapa hermética, preferiblemente de color ámbar.
  • Cuenta con bolsitas especiales para eliminar la humedad, aptas para alimentos.
  • Los higos se puede recubrir con harina para mantener mejor su frescura. Puede ser en harina de trigo o de arroz (apta para personas celíacas).
  • Coloca los higos secos dentro de los frascos junto a una bolsita contra la humedad.
  • Cierra la tapa herméticamente y coloca en un lugar fresco, donde no reciba la luz del sol.
  • Los higos se conservarán durante largo tiempo, siempre que se mantengan en un área bien aireada y seca.

Para aquellos que quieren disfrutar de higos secos de alta calidad para incorporar a sus recetas o comer directamente, en Paiarrop tienes los de mejor calidad. Encontrarás tanto higos pajareros como de la variedad Cuello de Dama, cultivados y procesados en España, manteniéndose frescos en cualquier época del año.

Recetas con higos secos: ¿Qué puedo preparar?

En España, los higos secos son tradición en las fiestas navideñas, no pudiendo faltar en la mesa para endulzar la cena de Nochebuena. Los mismos se pueden consumir directamente o incorporados a diferentes recetas, la mayoría como postres, aunque también el higo seco te puede sorprender en algún plato principal.

Pan de higo

Uno de los dulces más tradicionales en el sur de España y la zona de Levante, que se caracteriza por su alto contenido calórico y nutricional. Aunque lleva el nombre de pan, en su forma tradicional no contiene harina de ningún tipo, existiendo variaciones de la receta original, según los gustos y costumbres de cada casa:

  • 200 gramos de higos secos.
  • 50 gramos de almendras peladas.
  • 50 gramos de nueces.
  • 1 copita de vino de mistela.
  • Aproximadamente 5 gramos de anís en grano.
  • Canela en polvo.
  • Ralladura de naranja.

Hidrata los higos en agua hervida por unos 3 minutos y luego lleva al horno a 200° C por unos 5 minutos.  Luego tritura bien los higos hasta obtener una pasta, que vas a mezclar con las almendras y nueces troceadas.

Incorpora todos los otros ingredientes a la mezcla y sigue amasando hasta formar una masa uniforme. Coloca en un recipiente redondo y bajo, aplastando bien la masa en el fondo del mismo, dejando reposar por unas 24 horas.

Lleva al horno a 150° C por 30 minutos y coloca en una rejilla a reposar hasta que se enfríe. Ya el pan de higo está listo para degustar en tu mesa.

Pollo con higos secos

1 pollo picantón.

2 dientes de ajo y ½ cebolla.

1 zanahoria mediana.

1 trozo de jamón curado de 50 gramos.

½ litro de caldo de pollo.

70 gramos de higos secos.

50 ml de vino tinto y 30 ml de aguardiente.

Sal, pimienta y aceite de oliva.

Corta el pollo en trozos, agrega sal, pimienta, los dientes de ajo y el comino y usa el caparazón del pollo para preparar un caldo. Sella el pollo al sofreír en una olla con un poco de aceite de oliva, luego agrega la cebolla, ajo, comino y zanahoria troceada.

Agrega el caldo del caparazón y deja cocinar a fuego lento, para que se vaya formando una salsa. Cuando la misma comience a espesar, añade el vino tinto, aguardiente y el trozo de jamón, dejando que cocine hasta que se evapore el alcohol.

Sigue agregando el caldo de pollo que tienes separado, deja unos 5 minutos a fuego suave y retira los trozos de pollo y el jamón. Pasa la salsa por la licuadora y coloca nuevamente en la olla con el pollo y los higos secos troceados, dejando cocinar a fuego media a suave por unos 10 minutos. Al emplatar, coloca un trozo de pollo, salsa con higo por encima y trocitos del jamón usado.