Manta eléctrica: cómo se usa y beneficios

Eva
Eva

Las tradicionales mantas de lana han dado paso en los últimos años a las eléctricas. A pesar de las reticencias iniciales, que sostenían que el peligro de incendio aumentaba innecesariamente en las viviendas que las incluyeran entre sus dispositivos calefactores, han conseguido asentarse y ya son uno de los productos más vendidos invierno tras invierno. No obstante, aunque sus beneficios parecen claros, las normas de uso despiertan más confusión entre sus usuarios. Para arrojar algo de luz al respecto, vamos a darte una serie de pautas y recomendaciones para que conozcas la manera más adecuada de utilizar una manta eléctrica, así como los beneficios de utilizarla correctamente durante los meses de invierno.

Desconectar el cable cuando no se está utilizando

Es una norma aplicable al resto de dispositivos electrónicos que tengas en casa, pero es importante desenchufar de la corriente todos aquellos aparatos que no se estén utilizando. De esta manera, eliminas la posibilidad de una sobrecarga o de daños en la instalación por un enchufe en mal estado, preservando la integridad del dispositivo. Es importante que además la mantengas con el interruptor en posición OFF cuando no la estés disfrutando, ahorrando en la factura de la luz unos cuantos euros, sobre todo en los días de más frío, cuando los precios se disparan.

No enrollarla ni chafarla

Una manta eléctrica está pensada para ser utilizada en disposición horizontal y totalmente desplegada, algo elemental para que el calor se distribuya de manera uniforme por toda la superficie. Doblarla, enrollarla y aplicar peso encima en una posición que no sea la natural puede provocar un sobrecalentamiento, aumentando las probabilidades de sufrir un potencial incendio. Extiéndela siempre sobre una cama, un sofá o una silla, mantenla desplegada y alejada de fuentes de agua o humedad extrema.

Que el tamaño sea el adecuado

Al contrario de lo que sucede con las mantas de lana y fibras sintéticas, las eléctricas nunca deben presentar un tamaño superior al que vaya a ocuparse, más que nada porque una esquina perdida o un mordisco de tu can que no puedas detectar pondría en serio peligro tanto al animal como a ti. Es importante encontrar un modelo que cuente con las dimensiones exactas de tu sofá o cama, y uno de los catálogos con mantas seleccionadas más cuidadosamente y analizadas por un equipo de expertos en descanso lo vas a poder encontrar en mantaselectrica.com, un portal digital dedicado a la comparación de mantas eléctricas que tiene por objetivo proporcionarte la información más útil acerca de este tipo de productos. De esta manera, podrás encontrar el remedio ideal para combatir la lumbalgia, aplicar calor en zonas irritadas o que sufran de hipotermia localizada, como las puntas de los pies o los dedos de las manos.

No colocar ningún objeto encima

Si es un objeto cuyo peso comprometa la integridad de la manta, nunca lo coloques encima. Y mucho menos se te ocurra estirarla mientras esté en funcionamiento, ya que puedes pelar los cables de cobre y provocar un cortocircuito. Manipúlala con cuidado, siempre con las manos secas, sin objetos en su superficie (aparte de ti, claro está) y apágala en cuanto dejes de usarla. Ten en cuenta que el peso que se aplique en la superficie de la manta influirá directamente en el reparto del calor por toda su superficie, por lo que trata de no depositar objetos voluminosos y pesados encima de ella.

Mantenerla alejada de vasos y botellas

Las mantas eléctricas son enemigas declaradas de los cristales y los líquidos, y los vasos y botellas pueden contener ambas cosas, por lo que lo mejor que puedes hacer es mantenerla alejada de estos objetos. En caso de que se derrame líquido accidentalmente sobre la manta, apártate de inmediato de ella y trata de desenchufarla con sumo cuidado, siempre agarrando el mango de goma y nunca tocando la manta. Además, ten en cuenta que cualquier fisura o arañazo que haya sufrido la manta puede traducirse en un defecto mucho mayor en caso de filtración de líquidos, por lo que debes asegurarte de que la superficie de la manta esté en perfectas condiciones.

No utilizar en animales

No porque no sea segura para ellos, sino porque tanto canes como mininos puedes provocar daños en su estructura de manera accidental y no intencionada. Los perros tienen tendencia a morder ciertos objetos, y los gatos cuentan con unas afiladas uñas capaces de rasgar cortinas, mantas y hasta objetos de madera. Además, los pequeños felinos lo suelen hacer cuando se encuentran a gusto, en zonas cálidas y mullidas. Vamos, que la manta eléctrica tiene todas las que perder al lado de tu pequeña pantera. Por eso es importante no utilizar las mantas con los animales que tengamos en casa, ya que pueden llegar a entrar en contacto con los cables de cobre y sufrir una electrocución de graves consecuencias.