7 motivos para tener unas gafas de protección si eres un manitas en casa
¿Eres de las personas que no pueden quedarse quietas? ¿Normalmente eres tú quien se encarga de solucionar todos los problemas que van surgiendo en la casa? Entonces, este artículo está pensado para ti, para que puedas proteger tus ojos cada vez que solucionas un problema en tu vivienda.
Y es que en muchas ocasiones, independientemente de la situación, nos confiamos en que podremos solucionar el problema sin ser conscientes del riesgo al cual nos estamos exponiendo —concretamente al riesgo al cual estamos exponiendo nuestros ojos—. A veces, solo hace falta un movimiento en falso o un tropezón para tener una lesión en nuestros ojos. Por ello, te presentamos las siguientes 7 recomendaciones, para que nunca te veas en una de estas situaciones. ¡Comenzamos!
Desliz con el martillo
Las gafas de protección tienen muchas funciones, sobre todo, si te dedicas a un sector como la construcción o la electricidad, aunque también pueden resultar de gran utilidad si se emplean en casa —concretamente en los momentos en los cuales nos ponemos a arreglar cualquier desperfecto—. Cuando estamos trabajando con el martillo, ya sea para clavar un clavo, así como para quitarlo, nuestros ojos están en peligro. Esto es así debido al retroceso que implica la utilización de esta herramienta.
Por ejemplo, si utilizamos un martillo de uña, y no seguimos las recomendaciones, es posible que cuando el tornillo o el clavo salgan por fin, el retroceso pueda hacer que nos golpeemos contra el rostro. En ese caso hubiéramos agradecido enormemente tener unas gafas de protección para protegernos.
Cuidado con el serrín de madera
Quién ha utilizado una lijadora o ha trabajado con un martillo o un hacha, sabe de lo que hablo. Y es que la utilización de este tipo de herramientas puede ocasionar que el serrín o una viruta de madera se cuele en el interior del ojo. Algo que resulta muy molesto, y que además resulta muy difícil de extraer, provocando irritaciones que pueden derivar en problemas más serios.
Protección contra chispazos
Si estás trabajando con un soldador, debes tener cuidado con las chispas que puedan provocarse. Aunque normalmente este tipo de herramientas no suelen ser utilizadas en casa, si tienes un pequeño taller montado o incluso si utilizas un soldador de pequeñas dimensiones, hay que tener cuidado con ellas para que no vayan a parar en nuestros ojos, provocándonos lesiones de gravedad.
Arco de corriente
Tal vez tienes conocimientos suficientes de electricidad como para arriesgarte a hacer una reparación. En ese caso deberás equiparte con el equipo de protección individual. Además, de las gafas de protección. Estas últimas pueden proteger tus ojos en caso de que se genere un arco eléctrico que vaya directo hacia ellos. Las gafas de protección servirán para aislar la electricidad, así como para evitar el sobrecalentamiento de la zona.
Cuidado con el polvo
Sea cual sea el trabajo, si vas a estar expuesto al polvo, es aconsejable que utilices las gafas de protección. En ocasiones la reparación que vamos a realizar se encuentra en un lugar repleto de polvo, este puede causar una irritación en nuestros ojos, por lo que es aconsejable emplear unas gafas de protección. El problema radica en que las irritaciones de los ojos pueden conllevar a problemas más serios como una infección ocular.
Cuidado con la pintura
Has decidido que vas a pintar las paredes o techo de tu vivienda. Estupendo, eso sí, utiliza unas gafas de protección adecuadas ya que si no eres un experto en la pintura te expones a varios riesgos. Debes tener en cuenta que los componentes químicos que tiene la pintura pueden provocar gases que pueden colarse en tus ojos, si estás muy expuesto a ella, trata de equiparte con unas gafas de protección para que tus ojos no se te irriten. Es aconsejable que emplees una máscara también. Por otro lado, las gafas de protección te servirán también para evitar que la pintura pueda colarse en ellos, por ejemplo, si gotea la brocha o el rodillo en el momento de pintar el techo.
Limpieza de humedades
La limpieza de las humedades es caso a aparte. Si eres un auténtico manitas sabrás que las humedades desaparecen a la perfección con la aplicación de lejía (cloro o lavandina). Normalmente, cuando las humedades están en el techo se suelen limpiar pulverizando la lejía sobre ellas. En ese caso es muy aconsejable que emplees unas gafas de protección para evitar que esta pueda colarse en tus ojos, ya que el daño puede ser muy grave. Así mismo, debes evitar respirar este producto químico. Es aconsejable que ventiles la vivienda o y que abras las ventanas para que circule el aire.